lunes, 31 de diciembre de 2012

Mis deseos para este 2013.

A pesar de que hace exactamente un año que no escribo nada, porque cuando tengo tiempo no tengo ideas y cuando tengo ideas se me olvidan, quisiera terminar este 2012 escribiéndoles lo que deseo sinceramente para el 2013 a quienes se tomen la molestia de leer el post.

Puede que este año no se haya acabado el mundo, pero a mí, personalmente, me dejo un par de lecciones que quisiera compartirles porque a lo mejor pueden encontrarles algún tipo de utilidad; Aprendí principalmente que cualquier cosa que pase (a menos que sea morir) implica que debemos seguir viviendo, y esto hace, a grandes rasgos, que tengamos que asumir las consecuencias de nuestros actos y aprender a vivir con ellas. Llorar sobre la leche derramada (como diría mi mamá) no es solución a ningún problema, lo que pasó ya pasó y a menos que usted sea Marty McFly y pueda generar 1.21 GW de energía, lo único que va a poder hacer es vivir en el presente que le tocó, porque lo de volver al pasado por ahora está bastante complicado. Aprendí entre otras cosas, que los bebés no unen a las personas, que nadie puede obligar a otro a que se quede contra su voluntad sin incurrir en algo que legalmente se conoce como secuestro, y que eso tiene cárcel, que cuando uno ha leído un libro y después va a ver la película por lo general odia al director de la cinta, que no se necesita creer en Dios para ser buena persona ni ser ateo para ser un hijueputa, que la gente que se para en el altar y dice “acepto” casi siempre miente, cosa que me es completamente entendible (y es que debe ser muy jodido hacer parte de un contrato en el que la única causa de disolución es la muerte de alguna de las partes), que también hay hinchas de Millonarios que no son unos ñeros, que el mejor regalo del mundo es y seguirá siendo un libro, que dar un consejo es perder el tiempo porque la gente termina haciendo siempre lo que le da la gana, que no hay que generalizar pero que el 99% de los humanos tiene un lado muy mula, que la mejor forma de aprender es leyendo o a los tiestazos (no importa cuantas fotos de facebook digan lo contrarío), que  no hay nada que un balazo no pueda solucionar, que hay que darle a las cosas la importancia que se merecen y finalmente, aprendí que los Ingalls de la vida real eran unos drogadictos y que es fisiológicamente imposible dejar de sentir, lo que más o menos destruyó mi plan de vida, pero me hizo considerar que si me es completamente inevitable sentarme a berriar en el borde la cama, lo mejor será hacerlo un domingo porque los domingos son muy aburridos.

No quiero desearles felicidad, ni amor, ni prosperidad ni ninguna de esas trilladísimas cosas,  lo único que les deseo es que no se mueran para que puedan seguir aprendiendo, como yo aprendí (porque la gente sola, triste y pobre también aprende), y para que obtengan lo que se merecen, porque sería injusto desearles más o menos que eso, y ya para terminar quisiera recordarles que como dijo Einstein "La vida es como jugar con una pelota en la pared, si fuera jugada una pelota azul, ella volverá azul, si fuera jugada una pelota verde, ella volverá verde, si la pelota fuera jugada franca, ella volverá franca…”, lance su pelota y espere a que rebote para que pueda comprobar cómo la lanzó. Bienvenido 2013.

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